martes, 23 de julio de 2013

Carta a una anoréxica.


Querida amiga:

Cada vez que te veo, me paro y te miro. Miro a esa chica que camina por la calle, con aspecto preocupante, piel pálida, cuerpo huesudo y débil. Ya no veo a esa chica tan estupenda que conocía, a esa gran amiga tan preciosa tanto por dentro como por fuera, tan entusiasta y tan valiente, que quería vivir la vida al máximo.

Se que puedes salir de esta enfermedad, de este mundo tan horrible en que te has metido. Y esa nueva amiga tuya, Ana, debería deshacerte de ella. No te hace bien y tendrías que darte cuenta de que te está destruyendo. Sólo tienes que recordar que siempre me tendrás a tu lado y que nunca te faltará apoyo, pero tus ganas para afrontar esta enfermedad son esenciales y servirían de gran ayuda. Quiero volver a ver a esa maravillosa persona, perfecta tal y como es. Quiero que vuelvas a ser tan feliz como antes y que me alegres los días con esa sonrisa de oreja a oreja tan bonita que es. Recupérate pronto amiga, te necesito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario