¿Cuando llegará?

Ahora que estoy sola... Entre lágrimas y permitiéndome pensar un rato corto.
Unas preguntas confusas retumban dentro de mi... ¿Cuándo llegará ese día imaginario que alimenta mis días? El día que algunos sueños se realizaran y otros morirían. El día... en que me subiré a la báscula y no lloraré. El día que me levante por la mañana y no tenga la obligación de dar un solo bocado en todo el día. ¿Cuándo? ¿Cuándo pasará? ¿Cuánto falta?
Todos los días... a cada bocado que tomo acompañado un pensamiento de esperanza (Eso es temporal, algún día no será así, ahora hazlo que llegará el día en que no tendrás que hacerlo) y de nuevo me pregunto ¿Pero cuándo? Y ese día no llega, pasa un día tras otro y todos son iguales.
Entre tanta confusión me pregunto si de verdad mi sueño es que pueda comer sin que a mis bocados les persiga un pensamiento tranquilizante y esperanzador, que pueda comer sin arrepentirme, en lugar de desear un día sin comida.... Y no se responderme.