Un ser nulo.

Escucho pausadamente el intenso ruido que provoca la fuerte caída del agua sobre mi cabello caliente. Mientras cierro los ojos siento cada una de las gotas penetrar en mi piel y apoderarse cuidadosamente de mi cuerpo. Me inundan las gotas de agua caliente
convirtiéndose en un rojo intenso llamado sangre.

Poderosa sangre que en mi interior brota por mis venas dando vida a todo mi ser. Un ser nulo dirigido a base de impulsos nerviosos controlados por múltiples neurotransmisores, dando lugar a un ser insensible y sin emociones estructurado para seguir día a día sin más. Tal vez ese ser quisiera ser.